Prebenjamín | Nelly Agbasiere, el pulmón del San Andrés

La valoración se trata de una estadística propia del baloncesto no cuantificada en el fútbol. Habla del jugador que más produce para el equipo, capaz de aportar en todos los conceptos del juego para sumar entregándose al coléctivo. Todas estas características son las que definen a Nelly Agbasiere, oxígeno puro para el Dos Hermanas San Andrés
Sólo tiene siete años y sus múltiples virtudes ya tienen prendados a los ojeadores de media Andalucía. El prebenjamín de los amarillos se nutre cada domingo de las cualidades de un chico que necesita muy poco para dar rienda suelta a sus capacidades.
Nelly es lo que denominan en Inglaterra un ‘box to box’, uno de esos futbolistas que no distinguen entre el área contraria y la propia, divisando entre ambas una autopista donde practicar su fútbol gracias a su portentoso físico con el que domina los partidos.
Pero no sólo de sus condiciones naturales vive este mediocentro, una demarcación que parece construida exclusivamente para él. Nuestro protagonista posee una depurada técnica y un carácter aguerrido que lo convierten en uno de los líderes de su equipo, con dotes para el mando y la dirección del equipo.
Cubre todo el campo, recupera balones como el que más y además acostumbra a sorprender desde segunda línea generando muchas ocasiones para los suyos y sacando su potentísimo disparo con el que ya ha transformado varios goles, siendo ésta otra de las características fundamentales para entender el juego de este as del balón.
Goles, asistencias, recuperaciones, distribución, oxígeno, sabiduría. Son muchas las parcelas del juego en la que este fenómeno es trascendental. Por eso, el DH San Andrés se frota las manos con su futuro, como también debe hacerlo cualquier enamorado del deporte rey.
Si bien es sabido que la naturaleza física es un arma importante en el fútbol, también es cierto que sin la consiguiente técnica, la inteligencia, el esfuerzo y la mentalidad las condiciones iniciales pueden quedarse en nada. Éste es el manual que Nelly Agbasiere se ha aprendido al dedillo para seguir deleitando al estadio de El Duende y dejar huella en el fútbol en un futuro.
Foto de Juanita Luque